Podemos disfrutar de una buena cerveza con los amigos después de un duro entrenamiento o una carrera en la que todo ha salido como esperábamos, pero recuerda que también hay una parte negativa.
- El alcohol no ayuda a rehidratar el organismo, ni siquiera en forma de cerveza, sino que colabora en la deshidratación.
- El alcohol empeora el rendimiento deportivo, evitando la recuperación muscular correcta y perjudicando el sueño y el descanso.
- El alcohol tiene un gran potencial calórico, y también colabora en el consumo asociado de comidas de alta densidad calórica.
Nuestra recomendación como siempre está en el punto medio, un par de cervezas y como truco, tomate el recuperador o al menos 300-400ml de agua justo después de terminar el ejercicio y despues la cerveza.
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